martes, 25 de octubre de 2011

Un adiós agridulce.

Que no, que no hay manera de estarse un día tranquilita.
Hoy, has hecho algo que hace unas semanas me hubiera hecho replantearme muchas cosas, que hubiera hecho brotar ese sentimiento que no he dejado salir por miedo a tu inestabilidad. Pero ya no. Lo siento, el tiempo se te pasó, y sabes perfectamente que podrías haber sido más claro estos meses. Has sido todo un enigma que, además, me ha hecho entrar en una montaña rusa emocional que, hubiera vuelto a salir tarde o temprano, pero tu actuación ha acelerado.
Por primera vez, sé que la culpable del tajante "NO" que te he espetado una vez tras otra esta tarde, no soy yo. Siempre has sido tú. Odio autolibrarme de la culpa, pero esta vez puedo decir con toda seguridad que en la de todo esto no he tenido nada que ver. Me he dejado llevar, cierto, pero tú te has aprovechado de mis momentos de debilidad y eso está muy feo.
Aún así, sigo sintiéndome mal, supongo que porque al fin y al cabo eres una persona muy querida para mí y no me gusta ver sufrir a los de mi alrededor. Pero, por odiosa que sea la frase, sólo me queda decir "Tú te lo has buscado.".Hemos vivido momentos preciosos, eso no se niega. Pero no ha funcionado. No hubiera funcionado. No funcionará. Gracias por entenderlo; si no lo haces, inténtalo.

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